
Ya lo sabíamos, pero todo viene a confirmar que el diseño se impone. Atrás quedan los oscuros antros donde se movían los noctámbulos de la capital para dar paso a la luz y a la iluminación a través de la arquitectura de interiores. Y es que la capital, una ciudad cañí por tradición y vanguardista de vocación, circula de la mano de las últimas tendencias.
El nuevo Madrid despierta entre los recuerdos de lo castizo. Así lo demuestra Tomas Alía, que defiende una de las tradiciones más cuestionadas de España en Sol y Sombra, una creación que recupera motivos sacados de la tauromaquía para reinterpretarlos con nuevos materiales y formas. Ananda o Reina Bruja permiten a los espacios públicos adaptarse "con estilo" a los nuevos tiempos.
La apuesta estética que marcan restaurantes, clubes y tiendas sigue los dictados de la moda actual: eclecticismo hasta límites insospechados, revival de décadas pasadas y culturas de oriente como inspiración y como fin. Sin embargo, España va con retraso, aunque avanza a pasos agigantados para ponerse al nivel de Nueva York o Milán. Y es que, todavía hay mucho por descubrir y experimentar para potenciar el lujo ibérico.